No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. El amor, sin embargo, es un sentimiento como ninguno, donde las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, de las emociones desmedidas, de actitudes sicóticas, de atracciones y repulsiones primarias, nos hace perder la noción del tiempo y del espacio, nos pone estúpidos y no nos deja pensar, es un territorio donde la razón no tiene lugar y es solamente una intrusa. El amor no se puede comprar ni buscar porque simplemente se nos presenta en el momento más inesperado. Pero siempre hay un momento en el cual nos preguntamos: qué pasa, qué me sucede, por qué estoy así, será acaso que…echamos la mirada al piso y dudamos, el miedo nos embarga, meditamos horas de horas y ideas se nos entremezclan buscando alguna respuesta y tratando de encontrar alguna justificación para nuestros actos. Es allí cuando nos damos cuenta que algo sucede y que ya no somos los mismos que antes, necesitamos algo, pero algo aúno no estamos seguros de ello, la curiosidad nos embarga, el cuerpo se nos escarapela, buscamos cualquier señal que nos diga por qué nos sucede todo esto.
Es aquí cuando empezamos a evaluar circunstancias y momentos de nuestra vida cotidiana, con la esperanza de encontrar alguna señal. Acá algunas pistas que te pueden explicar, de alguna manera, qué es lo que te sucede y saber el por qué de tus actos:
Por ejemplo, estas en el trabajo, barrio, colegio, universidad sea donde sea, cuando en eso la ves pasar frente a tus ojos, sí a “ella”, esa mujer que te tiene loco, hecho un completo estúpido, te trae emanando hormonas por doquier que se pueden oler a kilómetros de distancia, pero lo peor de todo esto es que solo te tienes que resignar a “verla pasar”, con su semblante de mujer perfecta y sin defecto alguno, a pesar que sabes que tiene una pierna más grande que la otra, un ojo de un color distinto del otro, sabes que su cuerpo no combina con su cabeza, no sabe leer, hablar, no sabe ni sumar o tal vez hacer la ecuación de una recta es todo una osadía, es una obsesiva compulsiva de las gomitas, aborrece las galletas, además del yogurt, no sabe cómo partir un huevo para freírlo (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia si) o peor que eso, cree que Confucio fue un chino japonés que invento la confusión- con esto último se dan cuenta de lo importante que es comer y no vomitar la comida, por qué vomitar la comida si hay gente que ni siquiera come carajo!!!. En fin, nada te importa, porque todo un sentimiento te bloquea mentalmente, ves todo como tú lo quieres ver y estas en un estado de "imbecilidad transitoria" por eso ves todo de color rosa. Pasas horas de horas viendo su perfil en el Hi5, facebook, fotoblog, myspace y toda esa basura donde la gente divulga su vida, que dicho sea de paso no nos interesa, pero a ti nada te importa estás leyendo línea tras línea, tratando de encontrar alguna manera de llegar a ella, miras sus fotos detalle a detalle y te las bajas para poder tenerla de recuerdo porque algo te dice que “ella no es para ti” o tú “no eres para ella”, aunque ya sabes que tú no eres para nadie. Te vuelves un sicópata en potencia, el loco del martillo, destornillador, del cerro san Cosme son unos niños que jugaban a hacerse los loquitos a comparación tuya, tú ya eres un enfermo en potencia. Empleas tiempo en leer los comentarios que le hacen y los que ella hace, tratas de quedar bien dejando alguno, aunque ella nunca te responderá alguno de ellos, pero con la terquedad que te caracteriza y la hidalguía que solo te puede dar ese sentimiento tan especial, abandonar la carrera no es una opción para ti así que te levantas con la frente en alto y te dices a ti mismo “Sí se puede, carajo!!!”. Ahora tienes la grandísima idea de por fin acercarte a “ella”-suena patético que recién escriba esta parte no¿?- luego de utilizar a amigas o amigos como intermediarios la tiene allí en frete de ti a solas, tal vez caminado con ella por los pasillos de la universidad o del instituto, no sabes qué decir porque su mirada hace agachar la tuya al piso, caminas tratando de no tropezar por la falta de sangre en tu cerebro, pero tú decides hacer lo mejor y lo que parecía imposible en ti: hablar. Tratas de ser ligeramente gracioso, riéndote tú mismo luego de cada estupidez, pero sin resultado alguno y casi casi ya te das por vencido, cuando de repente suena el celular de “ella” y adivina quién es…sí “él”, ese ser humano que todos en algún momento detestamos, ese que esta como un buitre esperando que la presa muestre algún signo de debilidad y atacar en picada y devorar los restos que pueden quedar de ella, esa persona que siempre está allí presto a brindar todo su apoyo, amistad, ternura y cariño…huevadas!!! Él está allí porque quiere estar allí y jodernos la vida, él siempre gracioso y pintoresco, con su carita de “somos amigos nomás”.
Por ejemplo, estas en el trabajo, barrio, colegio, universidad sea donde sea, cuando en eso la ves pasar frente a tus ojos, sí a “ella”, esa mujer que te tiene loco, hecho un completo estúpido, te trae emanando hormonas por doquier que se pueden oler a kilómetros de distancia, pero lo peor de todo esto es que solo te tienes que resignar a “verla pasar”, con su semblante de mujer perfecta y sin defecto alguno, a pesar que sabes que tiene una pierna más grande que la otra, un ojo de un color distinto del otro, sabes que su cuerpo no combina con su cabeza, no sabe leer, hablar, no sabe ni sumar o tal vez hacer la ecuación de una recta es todo una osadía, es una obsesiva compulsiva de las gomitas, aborrece las galletas, además del yogurt, no sabe cómo partir un huevo para freírlo (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia si) o peor que eso, cree que Confucio fue un chino japonés que invento la confusión- con esto último se dan cuenta de lo importante que es comer y no vomitar la comida, por qué vomitar la comida si hay gente que ni siquiera come carajo!!!. En fin, nada te importa, porque todo un sentimiento te bloquea mentalmente, ves todo como tú lo quieres ver y estas en un estado de "imbecilidad transitoria" por eso ves todo de color rosa. Pasas horas de horas viendo su perfil en el Hi5, facebook, fotoblog, myspace y toda esa basura donde la gente divulga su vida, que dicho sea de paso no nos interesa, pero a ti nada te importa estás leyendo línea tras línea, tratando de encontrar alguna manera de llegar a ella, miras sus fotos detalle a detalle y te las bajas para poder tenerla de recuerdo porque algo te dice que “ella no es para ti” o tú “no eres para ella”, aunque ya sabes que tú no eres para nadie. Te vuelves un sicópata en potencia, el loco del martillo, destornillador, del cerro san Cosme son unos niños que jugaban a hacerse los loquitos a comparación tuya, tú ya eres un enfermo en potencia. Empleas tiempo en leer los comentarios que le hacen y los que ella hace, tratas de quedar bien dejando alguno, aunque ella nunca te responderá alguno de ellos, pero con la terquedad que te caracteriza y la hidalguía que solo te puede dar ese sentimiento tan especial, abandonar la carrera no es una opción para ti así que te levantas con la frente en alto y te dices a ti mismo “Sí se puede, carajo!!!”. Ahora tienes la grandísima idea de por fin acercarte a “ella”-suena patético que recién escriba esta parte no¿?- luego de utilizar a amigas o amigos como intermediarios la tiene allí en frete de ti a solas, tal vez caminado con ella por los pasillos de la universidad o del instituto, no sabes qué decir porque su mirada hace agachar la tuya al piso, caminas tratando de no tropezar por la falta de sangre en tu cerebro, pero tú decides hacer lo mejor y lo que parecía imposible en ti: hablar. Tratas de ser ligeramente gracioso, riéndote tú mismo luego de cada estupidez, pero sin resultado alguno y casi casi ya te das por vencido, cuando de repente suena el celular de “ella” y adivina quién es…sí “él”, ese ser humano que todos en algún momento detestamos, ese que esta como un buitre esperando que la presa muestre algún signo de debilidad y atacar en picada y devorar los restos que pueden quedar de ella, esa persona que siempre está allí presto a brindar todo su apoyo, amistad, ternura y cariño…huevadas!!! Él está allí porque quiere estar allí y jodernos la vida, él siempre gracioso y pintoresco, con su carita de “somos amigos nomás”. 
A pesar de todo sa
bes que perder no es una opción para ti y decides seguir en el juego y sabes que puedes tener más probabilidades de salir descuartizado de todo esto pero esto no te amilana y te das ánimos para seguir adelante, porque algo que he aprendido en los últimos años es que nunca hay que quedarnos con la idea en la cabeza y siempre preguntarnos: qué hubiera pasado si…porque es mejor saber la respuesta en la realidad y no fantasearla y acomodarla a nuestro sentimientos, las verdades duelen, pero la idea es vivir en un mundo donde la realidad no se confunda con la fantasía, y si pareces un mimo huevón que no tiene otra cosa que hacer que contagiar su estúpida felicidad a los demás es porque en realidad hay algo dentro de ti que te dice “ella es”, porque el amor es una locura que no tiene fronteras y nos hace hacer cosas inimaginables y patéticas. A veces correr el riesgo es la mejor salida, la vida es un riesgo.
Cuando aún tienes esperanza...
Cuando es hora de decir adios...
bes que perder no es una opción para ti y decides seguir en el juego y sabes que puedes tener más probabilidades de salir descuartizado de todo esto pero esto no te amilana y te das ánimos para seguir adelante, porque algo que he aprendido en los últimos años es que nunca hay que quedarnos con la idea en la cabeza y siempre preguntarnos: qué hubiera pasado si…porque es mejor saber la respuesta en la realidad y no fantasearla y acomodarla a nuestro sentimientos, las verdades duelen, pero la idea es vivir en un mundo donde la realidad no se confunda con la fantasía, y si pareces un mimo huevón que no tiene otra cosa que hacer que contagiar su estúpida felicidad a los demás es porque en realidad hay algo dentro de ti que te dice “ella es”, porque el amor es una locura que no tiene fronteras y nos hace hacer cosas inimaginables y patéticas. A veces correr el riesgo es la mejor salida, la vida es un riesgo.
