miércoles, 18 de noviembre de 2009

Hasta Las Huevas.


Todos en algún momento hemos estado hasta las huevas. Hoy me toco a mí. Anoche me acosté con cierto malestar corporal luego de comerme un quequito de chocolate. No podía dormir, me despertaba a cada momento con más frio, creo que tenía fiebre, el dolor de cuerpo y cabeza hacían que me revolcase en mi cama tratando de conciliar algo de sueño, pero todo intento era inútil. Despertaba con mucha sed y dolor, me paraba en mi cama tratando de estirar un poco mi espalda molesta y adolorida. En una de esas vi mi celular y eran apenas las 3 de la madrugada, así que encendí la radio para tratar de tranquilizarme un poco, empecé a escuchar “los chistosos”- programa radial de comedia, en RPP- pero me fui inútil escuchar a penas algo y mucho menos reír con las estupideces que hablaban.


Cada vez tenía más frio y dolor, en esos momentos veía mi cuarto oscuro, pero reflejado, tal vez por la luz de luna, aunque en realidad eran los postes de mi cuadra. No sé si perdí el conocimiento o simplemente me quede dormido. Desperté a eso de las 6 de la madrugada y qué creen…sí estaban tan igual o peor que esas 3 horas antes. Nuevamente me pare, esta vez en el piso (pero esta vez no me caí) y camine por mi cuarto sin rumbo y sentido alguno moviendo mi cuerpo de un lado a otro y quejándome por dentro y fuera, creo que tenía más fiebre de lo que pensaba. Ahora ya me dolía en cuello y los ojos me ardían; caí rendido en mi cama nuevamente remolcándome en ella y quejándome a la vez. Esta vez creo que sí desmaye.


Eran ya las 7 y 15 cuando desperté tan mal como pensaba, y recordé que tenía que ir a mi clase de las 10 de la mañana, pero el cuerpo me decía que no, me dolía hasta los dientes. Luego me dije a mi mismo: Todavía faltan algunas horas para tomar una decisión, pero el cuerpo y mis intenciones se diluyeron mientras mis quejidos se hacían cada vez más fuertes. A los minutos entro mi vieja a mi cuarto y me pregunto a qué hora me iría, le dije que a las 9 todavía. Y no fue así, decidí quedarme en mi cama tratando de hacer menos doloroso mi “enfermedad”. Pero luego recordé, lamentablemente, que mañana tengo practica del curso al cual iba a faltar el día de hoy y pero aun el profe daría “las fijas” para la práctica, pero aunque hubiera querido no podía ir, así que me arriesgare me dije a mí mismo. Luego mi vieja me volvió a llamar preguntando una vez más a qué hora saldría y esta vez le dije que me quedaría a estudiar porque mañana tengo una práctica y me dijo que bajase para tomar desayuno y lo menos que yo quería en esos momentos era comer algo, solo tenía sed.


Baje a duras penas (eran ya las 9), y no había nadie en mi casa todos ya se habían ido, me dirigí a mi cocina, vi el pan, lo huevos sancochados, el agua caliente pero solo me abalancé sobre la jarra de agua y tomando abundantes sorbos de agua pude sentir como el agua fría fluya por todo mi caliente cuerpo, haciendo refrescar la garganta y estomago caliente. Fui al baño y me lave el rostro con ambas manos la sensación fue tan exquisita que lo hice una y otra vez más. Regrese al segundo piso y prendí la computadora porque esperaba que así olvidaría un poco tanto sufrimiento. Pero no fue así, revise algunas cosas y regrese a mi cama. Mi vieja regreso y me vio acurrucado en mi cama y me grito, pero luego se dio cuenta que no estaba bien y solo atino a decirme que baje. El mediodía marcaban ya el reloj y me dijo que coma algo y accedí a regañadientes, me sirvió un plato de arroz con pollo y me prepare un vaso de chicha fresca.

Son casi las 3 y aún tengo el vaso de chicha en mi mano izquierda mientras escribo esto y por momentos me cojo los ojos y revolcándome, esta vez en la silla donde aún siento el cuerpo más pesado que un chancho enyesado. Creo que debería ponerme a estudiar, creo que debí ir al doctor cuando mi vieja me lo propuso, creo que me debo bañar para apaciguar un poco el calor, creo que mis perros me piden comida porque me patean mientras sostienen sus respectivos baldes de comida en su hocico, creo que debería cuidar un poco más de mi. Pero mi tormento aún no acaba porque la semana que viene visitare a alguien a quien pensé visitar hace mucho pero que por motivos de miedo no lo hice: una sicóloga. Pero ya tengo lo esencial, la cita. Esperemos que me recupere y contar como me va con la sicóloga, solo esperemos que no escriba cosas aburridas ni tristes como el de ahora.

Y creo que necesito UNA...o UNAS enfermeras...








Nota1: Pueden creer que yo puse enfermeras en google y me salieron estan inocentes y cándidas chicas.

Nota2: Estos son los videos más sanos que pude encontrar y creo que le deberian de cambiar el nombre a los videos, no crean que son enfermos, aunque creo que lo son un poco xD.






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