sábado, 9 de octubre de 2010

Perros Hambrientos.

Hace unos días atrás empezaron, una vez más, mis clases de idiomas y la verdad es que decidí regresar al mismo horario, ya que un despistado compañero mencionó que nos encontraríamos con la misma profesora, y vaya qué profesora. Sin embargo, triste fue la sorpresa cuando nos dimos cuenta que ella ya no estaba parada el frente, sino otra una chica, tal vez, un poco mayor y estricta y por qué no decirlo: no tan agraciada como la anterior; todos mis compañeros esperábamos con ansias ver cruzar por esa puerta a la profesora Cecilia, pero eso nunca sucedió. Nuestros rostros pasaron de una inquietante felicidad a una tristeza abrumadora. El desasosiego y aburrimiento se apodero de nosotros, pero como algunos dicen: “el espectáculo tiene que continuar”.
Eran cerca de las 10 y 25 de la mañana y nuestra clase todavía no debía empezar así que nos juntamos a un lado para “chismear” cosas de hombres- debería recalcar la idea que no solemos juntarnos con las chicas de NUESTRO salón-, o sea, hablamos de “la nada”. Cuando de repente paso algo inesperado, algo que no pensábamos que no iba a suceder, las últimas esperanzas parecían haberse agotado, pero aún existía una última carta bajo la manga y era ELLA, sí ELLA. Una chica nueva entro por el umbral de aquella puerta de madera, entro con algo de timidez pero con mucha seguridad a su vez, llego y se acomodo en uno de los asientos. Estábamos algo anonadados y felices a su vez por la nueva visita que teníamos para este mes, la vimos cruzar el salón en diagonal y al parecer estábamos poseídos por el “Sr. Diablo”, ya que nuestra cabeza dio un giro de 180 grados de su posición normal y sin girar el cuerpo, parecía como si estuviéramos posesos. Literalmente nos habíamos convertido en una jauría de perros hambrientos y babeantes, parecíamos leones que irían detrás del pobre y dulce cervatillo a quien se atacaría al primer descuido. La testosterona se podía oler a miles de kilómetros.
Luego de ver toda esa escena y de por qué no agradecer a “dios” por la suerte que nos gobernaba ese día, pudimos regresar nuestras cabezas a la normalidad y aunque ninguno de nosotros pronuncio palabra alguna las miradas entre nosotros tenían un significado único: QUÉ BUENA ÉSTA FLACA. En los pocos minutos que trascurrieron desde que la vimos entrar y sentarse pude evidenciar que ése día no solo estábamos ávidos de conocimientos sino también “amistades” nuevas. Así que luego de la “babeada” que nos mandamos todos llego el momento de inicio de la clase y así poder interactuar entre todos pero oh! Sorpresa justo me toco hacer grupo con esa linda chica, la tenia justo en frente de mí y cada vez que la miraba sentía que me perdía en sus ojos marrones, en sus labios rojos naturalmente intensos, en la ternura de su piel y en sus gestos que eran como un alucinógena para cualquiera. Éramos un grupo de 2 hombres y 2 mujeres pero inmediatamente me pude dar cuenta de un detalle en particular: la otra chica odiaba a la nueva chica, la verdad no sé por qué, envidia sana será? Pero averiguar aquello no era mi prioridad y es así que decidí entablar una pequeña conversación con ELLA y la impresión que me dejo ese pequeño intercambio de palabras fue realmente buena.
Su voz tenue era como una canción de cuna para mis oídos, sus palabras estaban milimétricamente bien escogidas, la educación se notaba en sus palabras, sus ideas eran coherentes, la dulzura no solo viene de su apariencia sino también de su interior así que me entretuve unos minutos. Sin embargo, mientras conversaba con esta chica gire un poco el rostro por encima del hombro izquierdo y pude ver las caras de mis otros compañeros que con sus expresiones imagino que decían lo siguiente: ERES UN MALDITO HDP! Pero todo ello se contrastaba con una leve sonrisa “”cachosa por mi parte”. Debo admitir como hombre que soy y como caballero que espero algún día llegar a ser, que me encantan sus ojos marrones, sus labios rojos naturales, su cara redonda, su cabellos largo y liso, su figura, su sonrisa contagiante y tierna, su voz tenue pero melodiosa y digna de una canción arrulladora. Pero todo no es tan bueno como suele aparentar- y esto también, imagino, paso por la mente de mis compañeros-, ya que nos topamos con la infartante imagen que al verla salir se encontró con su supuesto “enamorado”. La sonrisa y la acalorada algarabía abandono nuestro cuerpo de un golpe y casi todos estuvimos al borde del colapso. Sin embargo, la “ilusión” todavía existe y los sueños simplemente sueños son.

Por el momento he hablado con ELLA un par de veces e ilusamente creo que todo va “bien”, aunque en realidad solo espero poder conocerla un poco más en estas semanas que nos quedan y así saber un poco más de ella. Perros todos esos “perros hambrientos” de mi clase están al parecer planeando su táctica a escondidas y esperando el momento adecuado para caer en picada cual buitre en busca de su comida. Pero algo de lo que me he podido dar cuenta y lo comento muy a seguido es la siguiente frase: “el que muestra el hambre, nunca come”. Además, para ser realmente sinceros pienso que la probabilidad que ELLA haga caso a cualquiera de nuestras peticiones de cualquiera de nosotros es tan escaza como la probabilidad de creer en la veracidad del resultado de la ONPE en estos días. Así que muchacho es mejor continuar con nuestras vidas y alegrar nuestra vista todos los días por las mañanas apreciando a esa monumental mujer.



NOTA: Si algún día ELLA se llegará a enterar de este vulgar blog y lograr leer este maldito post espero que no lo tome a mal, aunque lo más probable es que piense: QUÉ ENFERMOS ESTOS CSM!



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